LA NAVIDAD - ¿QUÉ ES PARA TI?
En los últimos días
he pensado mucho acerca de la navidad. Pensé en la costumbre que tienen los
menonitas de limpiar la casa y el patio, hasta que brille todo de esquina a
esquina. Hornear deliciosas galletas, pasteles y panes para ponerlos en el
congelador. Comprar regalos y envolverlos. Asistir a los programas navideños de
hijos o sobrinos. En fin, ¡parece que son demasiadas cosas! Sin embargo, todo
ese afán por la limpieza es tan solo eso: una costumbre... Que en mi opinión,
no es necesario hacer todo, si el tiempo o la salud no lo permite. En mi caso
tuve a una persona que me ayudó con la limpieza y me da satisfacción saber que
mi casa está limpia. Que dentro de lo que pude hacer, todo está listo. Mi
propósito no es tener una navidad "perfecta" - si no poder disfrutar
con familia y amigos. ¡Y lo pude hacer! Disfruté cada instante al máximo.
Pero
empecé a hacerme las siguientes preguntas: ¿Nos tomamos el tiempo para sentir
la emoción navideña? ¿De recibir el inmenso regalo de paz y amor que nos dio
Jesús? O de salir afuera y oler ese atardecer... Observar los pajaritos
volando... Trato de ser sensible hacia todos aquellos momentos cotidianos que
muchas veces pasamos por alto. Es maravilloso tener un instante del día donde
pienses: "¡Qué hermoso hiciste todo, Dios!"
¡Con seguridad puedo
decir que tuve la mejor navidad de mi vida! No sólo por los días festivos, si
no porque este año logré entender el inmenso amor que me tiene Dios y la paz
inmensa que pude sentir. Entendí que Dios me hizo perfecta en su imagen; que soy
una mujer única y con un propósito muy especial. Me ayudó a ver las cosas de
otra manera y me está ayudando a salir de mi zona de confort.
¡Espero
que hayas tenido una muy FELIZ NAVIDAD y a empezar con entusiasmo el año 2016!
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