DIFERENCIAS ENTRE NIÑOS Y ADULTOS


        Conforme uno va creciendo, nos damos cuenta que el mundo no es tan amable como pensamos. De niño nos llevamos bien con la mayoría de las personas (por no decir todas) y si llegan a lastimarnos, nos molestamos en ese instante pero al próximo día ya queda olvidado. ¡Eso es lo maravilloso de ser niño! No puedo dejar sin mencionar el hecho de que los niños disfrutan su presente – probablemente se fastidien con la escuela pero al mismo tiempo disfrutan la compañía de amigos y compañeros. Harán sus travesuras por lo cual recibirán un castigo (si es necesario) pero no por eso dejan de querer a sus papás. Me he preguntado ¿Por qué hay tanta diferencia entre un niño y un adulto? Es decir, ¿Por qué no podemos quedarnos todas las buenas características de la infancia?

         He tratado de analizarme mucho al respecto, al igual que también a otras personas. Veo una conexión muy fuerte entre la niñez y el adulto, por varias razones.

         1.- Las experiencias vividas. Pueden ser buenas y malas, o ambas. En el caso de las experiencias malas, hay muchos casos de niños y niñas maltratados física o psicológicamente. Aunque quizá en ese momento no podamos entender nuestros sentimientos y no podamos hacer mucho al respecto, todo lo que una vez vivimos ahí se queda en nosotros. Si no logramos sacarlo de una manera sana, se volverá como un veneno mortal para nosotros. Creo que esta es también una gran razón (¡aclaro, no solamente la única razón!) por lo cual hay tantos adolescentes y adultos con depresión y ansiedad – en vicios, trabajos ilegales, cárceles, etc.

         2.- Las costumbres aprendidas. O en general, todo lo aprendido. Cada familia, escuela, maestra/o, amiga/o es diferente. Por lo tanto uno consigue mucha información de muchas partes… no necesariamente todas verdaderas y positivas. Aunque lo que yo creo que influye más en una persona son sus costumbres. Un ejemplo: comparando a un mexicano cristiano con un estadounidense ateo. Casi pudiera asegurar que la razón de por qué son como son y creen lo que creen, es por lo que acostumbraban hacer de niños. Lo que probablemente sus papás o tutores les hayan inculcado. Seguiré explicando un poco mi ejemplo (¡que tengo una imaginación enorme!): el mexicano cristiano tuvo unos padres muy amorosos y comprensivos, que iban seguido a misa, tuvo buenas calificaciones en la escuela, buenas amistades. En fin, todo bien. El estadounidense ateo quizá tuvo un papá alcohólico, donde probablemente la mamá era cristiana. Pero por tantas heridas físicas o psicológicas recibidas de su papá, cerró su corazón con candado y se volvió muy frío. Pudo haber tenido buenas calificaciones en la escuela si eso era algo que le gustaba hacer o cualquier otro hobby. Si no, muy probablemente pueda andar en malos pasos, empezando por tomar licor, fumando después siguiendo con las drogas… ¡En fin! El típico cuento de una familia con un miembro alcohólico. Pero díganme, ¿a caso no tengo razón?

         En conclusión, espero que pueda ayudar a que existan más niños con una familia amorosa y así, al ser adultos, puedan vivir una vida plena y feliz. Sin rencor.  



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